domingo, 29 de julio de 2007

PSICOANALISIS MULTIFAMILIAR

Un recurso para un servicio de Consultorios Externos. Según el diccionario enciclopédico “ESPASA.”, recurso hace referencia a la “acción y efecto de recurrir. Medio al que se recurre o se puede recurrir en caso de apuro o para conseguir algo. Bienes, medios de subsistencia, elementos de los que puede echar mano una colectividad para acudir a una necesidad o llevar a cabo una empresa”.Si pensamos que un servicio de C.E. debe brindar atención a la comunidad en la cual se encuentra inmerso, podemos ver al P.M.F. como un bien y un medio con el que contamos actualmente y que nos permite aumentar nuestra eficiencia terapéutica así como brindar mayor numero y calidad de prestaciones a una población pauperizada y con demanda creciente de atención psiquiatrita.Cuando comenzamos esta tarea en el servicio de consultorios externos del hospital Moyano en la Ciudad de Buenos Aires, teníamos un sin número de interrogantes.Habíamos realizado, junto a otros colegas una experiencia semejante unos años atrás, partiendo de la comunidad terapéutica, que ya se aplicaba en el hospital Moyano desde aproximadamente treinta años atrás, basándose en las experiencias de MAXWEL JONES, las que procuraban mejorar la convivencia de pacientes internadas, muchas de ellas por largos años.Desde 1992 a 1995 habíamos realizado dicha comunidad terapéutica modificando, casi desde el inicio, la técnica tradicional, incorporando la perspectiva sistémica y la escucha y comprensión sicoanalítica. Pero se trataba de pacientes internados a las que veíamos a diario pudiendo observar directamente los cambios operados por la movilización que generaba dicha terapéutica, y esporádicamente asistían los familiares.En un servicio de C.E. los pacientes regresan a sus hogares y a menudo no vuelven hasta la próxima semana, así es fácil temer que una excesiva movilización y regresión generada en el grupo pudiera inducir algunos afectos que escaparan a nuestras posibilidades de atención como por ejemplo exoactuaciones en personalidades gravemente perturbadas que implicaran algún riesgo para los pacientes o sus familiares. Podía temerse que se incrementaran los intentos de suicidio o los episodios de violencia.Otra pregunta que nos hacíamos y todavía se formulan algunos colegas era si el grupo M.F. producía un agravamiento de los síntomas o bien si las recaídas podían constituir un retroceso en el proceso terapéutico.¿Los pacientes graves iban a empeorar con este abordaje psicoanalítico?¿Los pacientes difíciles inanalizables podrían ser incluidos en estos grupos?FMF. Que era? Una técnica? Una terapia mas? Un grupo de autoayuda? Era psicoanálisis? Era como el rey Midas que todo lo que tocaba se convertía en oro? Era el oro del psicoanálisis o el cobre de la sugestión e hipnosis? Encuadre El esquema de trabajo con el que nos desempeñábamos fue inicialmente una reunión semanal, todos los miércoles ininterrumpidamente, ya que en caso de alguna ausencia o licencia por vacaciones de los coordinadotes las funciones profesionales dentro del grupo se alternaban de uno a otro colega de modo tal que los pacientes supieran que siempre podían contar con varios de nosotros.Inicialmente los profesionales nos reuníamos, bien temprano en la mañana, estudiando los casos clínicos junto al Dr. Jorge García Badaracco, con una modalidad que nos es propia, durante aproximadamente 90 minutos. Luego seguía la sesión propiamente dicha durante 120 minutos (dos horas) y a continuación otros 45 minutos para evaluar la jornada.En los inicios el grupo contaba con 20 o 30 integrantes que fueron rapidamente aumentado, por las derivaciones y la convocatoria espontánea de la gente. Actualmente a menudo llegamos a ser 100 personas que incluye a varios profesionales. Esto es así puesto que el aprendizaje del P.M.F. debe incluir necesariamente la experiencia vivencial.Tanto pacientes como terapeutas viven directamente experiencias emocionales enriquecedoras.Durante dos años funcionaba un grupo de P.M.F., por semana.Los pacientes concurrían a partir de la propuesta de los profesionales del equipo o bien por el comité de derivación del servicio. Esto significa que todos ellos contaban con otros profesionales tratantes: psiquiatra, psicólogo y terapista ocupacional o trabajadora social si fuera necesario. En algunos casos como en el mío propio, los profesionales tratantes individuales, también coordinaban el grupo multifamiliar.Dicho grupo estaba integrado por los pacientes derivados, sus familiares invitados, tres coordinadores y otros profesionales tanto del servicio como invitados, externos al mismo, quienes venían a participar de la experiencia. En el tercer año de la misma se abrieron dos grupos mas, quedando constituida la prestación de P.M.F. los días lunes, miércoles y viernes en sesiones de dos horas cada vez. También comenzó el intercambio con el hospital interdisciplinario psicoasistencial Borda que brindaba dicha prestación martes y jueves.Asi el funcionamiento en red con el Borda permitió a los pacientes asistir a los grupos de P.M.F. cinco veces por semana y a los profesionales en formación, recibir P.M.F. didáctico, igual numero de sesiones semanales.Simultáneamente comenzaron a dictarse cursos teórico practico-vivénciales, para profesionales que desearan capacitarse en la técnica.Actualmente participan en los grupos multifamiliares aproximadamente doscientas personas por semana, incluyendo, pacientes, familiares, vecinos acompañantes y profesionales tanto coordinadores como en formación.

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